encuentros en el fin del mundo.

Ayer decidí acercarme al cine sin saber que echaban y la casualidad me jugó una de esas buenas pasadas. Me topé con la última película (creo) de Werner Herzog que trata sobre la curiosa comunidad de científicos, filósofos casuales, viajeros profesionales, o en general de "cabos sueltos" que conviven en el sexto continente.



Ni que decir tiene que entronca con la mayoría de los temas que me interesan y vengo tratando, llegando al punto de mencionarse el iceberg B15 - probablemente de la poca documentación audiovisual que haya de él de cerca - en un momento dado del largometraje.



Sin querer destripar la película (aunque no es algo fácil al tratarse de un documental), si que me pareció revelador constatar la pérdida de la distancia en lo sublime. Como a pesar de que se habla permanentemente de la Antártida, de la lejanía y el aislamiento, uno siente que los temas que se tocan ya no tienen un lugar específico; que el "fin geográfico" del mundo ha alcanzado el estatus planetario. Uno ya no disfruta del bello-terrible porque está en el cuadro o en la pantalla. Ya no existe esa idea de atracción por la imagen del peligro porque está allí y no me va a pasar a mi, sino que al contrario, se convierte cada vez más en una certeza sin escapatoria - lo cual hace que el deleite roce el terror.

Sin duda, y aunque ya se ha escrito mucho al respecto, una magnífica manera de experimentar la bella-terrible sensación que deja el fin del futuro.



La película la echan en los golem de Plaza de España, en V.O. subtitulada, todos los días a las 22:30. Por si acaso a alguien no le ha quedado claro: muy recomendable ;)

Encounters At the End of the World
cines golem

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