Henry Darger







Me topo con esto:

Henry J. Darger tuvo una vida trágica. Nació en Chicago en 1892 hijo de un sastre y un ama de casa. A los 4 años su madre fallecía en el parto de su hermana y, en 1905, moriría también su padre. El jovencísimo Henry fue entonces diagnosticado como débil mental y le ingresaron en un hospital mental de Illinois, donde pasó toda su adolescencia. En 1909 escapó de la antedicha institución y empezó a emplearse como lavaplatos y conserje en diversos hospitales de Chicago.

Pasaron los años, Darger envejeció en el anonimato, vestía como un mendigo, hablaba solo, acumulaba basura en su domicilio y la gente le evitaba. En 1972, sintiendo la muerte próxima, avisó a Nathan Lerner, su casero, a quien le anunció que abandonaba la casa para ingresar en un asilo y le encomendaba que tirara a la basura todas sus posesiones.

Darger murió poco después, en 1973, dejándole a Lerner uno de los legados culturales más insólitos de la historia.

Nathan Lerner, que se ganaba también la vida como fotógrafo, se topó con una producción literaria y gráfica sin precedentes. Henry Darger había dejado unas 20.000 páginas escritas a un espacio y varios cientos de dibujos y pinturas.

Darger había escrito una autobiografía de 5.000 folios (en la cual no hacía la menor mención a su actividad artística) y una novela de 15.000 páginas, esto es, la más extensa de la historia.

El título de la obra, profusamente ilustrada, era The Story of the Vivian Girls in What is Known as the Realms of the Unreal, of the Glandeco-Angelinnian War Storm, as Caused by the Child Slave Rebelion (La Historia de las Muchachas de Vivian, También Conocida Como los Reinos de lo Irreal, o la Tormentosa Guerra Glandeco-Angelina causada por la Rebelión de los Niños Esclavos).

La torrencial novela narraba la epopeya de un planeta muy similar al nuestro en el que la perversa raza de los Glandelianos, que esclaviza a los niños, entra en guerra con la raza bondadosa y cristiana de los Angelinos. Esta última raza tiene una régimen monárquico, siendo las protagonistas de la epopeya las siete princesas de Vivian. Éstas jóvenes, que en las ilustraciones de Darger se muestran como preadolescentes, a menudo las representa dotadas con pequeños penes.

Lo cierto es que, independientemente de la calidad de esta novela, cuyo original se conserva en el American Folk Museum de Nueva York, lo que verdaderamente cautivó a la crítica artística fue la pintura de Darger. Se trata en su mayoría de acuarelas de vivos colores y collages de gran tamaño. Darger no tenía formación académica alguna, por lo que recortaba de comics y revistas las figuras que le interesaban o directamente las copiaba.


Hay más información detallada en "el país" y más imágenes de sus sugerentes ilustraciones en esta galería.